Bits and bobs

Ayer pensé ir a las rebajas a comprar un perfume, pero al final no lo hice. Me explico.
Me encantan los perfumes pero no puedo evitar el sentirme culpable cada vez que compro uno, pienso que es un lujo superfluo de este mundo desarrollado, mientras en África, por ejemplo, viven solamente para subsistir.
En cierta ocasión comentando con dos compañeras mientras viajábamos al trabajo los perfumes que nos gustaban (el mio es Noa de Cacharel, en verano prefiero Abril que es más fresquito), reflexioné un poco -a veces lo hago- sobre la conversación y les dije "nosotras hablando sobre qué perfumes comprar y otros se mueren de hambre". Es verdad, dijo una de ellas, el mundo está mal repartido, y ahí quedó la cosa. Dejamos de hablar de perfumes, pero yo decidí en ese momento que cada vez que comprara algo superfluo, daría otro tanto para alguna ONG o necesidad.
La cuestión ahora es discernir lo que es superfluo y lo que no, ¿la ropa lo es? ¿el calzado? ¿los libros? ¿la música? ¿muchos alimentos? ¿ir a la piscina? ... porque realmente podriamos pasar sin todo esto.Pero yo no puedo permitirme donar para todo, menos ahora que tengo verdaderos problemas para llegar a fin de mes con mis dos hijos estudiando en la universidad fuera de casa,la hipoteca y demás...
Resumiendo, actualmente compro menos ropa y utilizo habitualmente perfumes más baratos. No renuncio a oler bien (aunque no necesito desodorante al no sudar nunca, el olor del perfume es agradable y me hace sentir bien) y en ciertas ocasiones dono algo para ONGs o emergencias, siempre de acuerdo a mis posibilidades, por los motivos expuestos antes.